We want to wish U a Nice Winter Break!!! 

Les deseamos que pasen unas agradables Vacaciones de Invierno!!! 

Fe de Erratas: 

En la anterior edición del Newsletter omitimos hacer referencia y publicar el link del artículo "Shakespeare Parte I: Duelo de Oradores en el Globe", escrito por Carlos Haller.
Aprovechamos la ocasión para recomendarles, en estas vacaciones de invierno, la lectura de la segunda parte de este interesante artículo "Shakespeare Parte II: Historias que Shakespeare no escribió". Esperamos lo disfruten como nosotros!

Unas palabras de Carlos...

           Desde las Newsletters del proyecto pedagógico BOW, ideado por profesores del idioma inglés en el espacio cultural de Mar del Plata (Argentina) y extensible a quienes elijan visitarlo,  acabamos de proponer la lectura de dos fragmentos textuales shakespearianos. Pese a los siglos que nos separan del poeta y dramaturgo, la experiencia teatral que éste transmite sigue accediendo a los tablados del mundo, aunque por virtud del arte cinematográfico también se desarrolle con los instrumentos y por los medios propios de este último.
           La “modernidad” que asoma en los procedimientos discursivos de los dos personajes protagónicos de la Tragedie of Ivlivs Caesar tal vez ayude a comprender ciertas constantes argumentativas que con frecuencia se oyen en nuestros foros de debates: ante todo, en los de la política. Sin que por ello dejen de admirarse en el texto dramático otros logros: la belleza de un estilo oratorio, la riqueza de las imágenes, el cosquilleo de la ironía, la mordedura del sarcasmo, el perfil elusivo de las falacias formales y, sobre todo, de las no formales. El ponerlas de manifiesto no basta para extirparlas del habla culta o vulgar; aunque tal vez sirvan de parapeto contra argucias oratorias demasiado alevosas.

                Con la “ideología” implicada en un fin desenmascarador de esos anzuelos retóricos, no se adelanta gran cosa. Mejor parece aprovecharlos para disfrutar en este excelso drama la repercusión emocional que suscitan en nosotros, lectores o  espectadores, así como la vivencia estética y moral obtenida, la referencia o alusión a usos lingüísticos de otrora y de hoy. No se espere de este rescate un conocimiento correcto de acaeceres históricos ni el asomo de una teoría literaria que pretendiese fundamentar determinado nexo causal entre sociedad y “cultura”, o falsificar desde la verdad histórica supuestas enunciaciones escénicas. El arte no está para justificar los hechos de la historia; quizá sí para denunciarlos, con procedimientos no siempre racionales.

                El acaecer real, además de consistir de “actos y acciones” individuales y colectivos, es ya interpretación de sucesos pasados e inscribe en su mera existencia la pretensión de ser leído en lo futuro de determinado modo. Lo proponga o no, el hecho concreto y su contexto ya son “pre-textos” para acciones por venir; por ende, también para los textos (científicos, poéticos, dramáticos) que a partir de ellos – no “a causa de ellos” – se escriban. Aplico estas dogmáticas opiniones al presente escrito, cuando declaro que esta vez no hay comparación válida entre el Brutus y el Caesar cuyas “historias” hemos intentado reseñar, y los personajes  que Shakespeare propone para la lectura o la escena. Pertenecen a intenciones y libretos bien diversos.-

                                                                                                                                        
                                                                                                                                         Carlos Haller



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